La primavera va pasando… Ya hemos llegado al mitad de esta estación. ¿En qué momento se encuentra nuestro bosque? Descúbrelo en este artículo, elaborado con las notas de campo de nuestros técnicos.
La primera va avanzando y los días de sol son, cada vez, más habituales y más intensos. Las flores han cuajado y han dado paso al fruto… Empezamos a tener peras del tamaño de un pulgar.
En este momento, los árboles de nuestro bosque, que hasta el instante de la floración han vivido con las reservas del año pasado, necesitan ahora absorber el ‘sustento’ del suelo. Además, los propios árboles se encargan, de forma natural, de seleccionar los mejores frutos y expulsar aquellos cuyo desarrollo ha quedado atrás… Todo, para repartir de forma eficiente los nutrientes disponibles.
Primavera atípica
Esta primavera ha sido algo atípica. Este año, hemos tenido heladas tardías que han estado a punto de echar a perder la cosecha.
Por su parte, durante la floración, hemos tenido el cielo encapotado durante días y lluvias constantes, sin intervalos de sol y altas temperaturas. Ese cielo cubierto ha provocado que las temperaturas hayan sido más bien frías y las plagas hayan tardado en despertar…
Sin embargo, los hongos se han desarrollado con más facilidad dada la humedad del terreno.
¿Qué nos toca hacer ahora?
Dado que el sol y el aumento de la temperatura son ya una constante, la naturaleza ha explotado. Contar con la experiencia de nuestros agricultores y revisar sin parar nuestros campos es imprescindible. Están en un momento crucial, donde el resurgir de la vida es intenso y, tanto las plagas como la climatología, nos pueden sorprender.
Otra amenaza importante que tenemos que controlar en este momento del año viene de la mano de las tormentas. Las rachas fuertes de viento y, sobre todo, el granizo, pueden provocar una pérdida de producción, además de heridas en los frutos, con lo que eso supone de posibles focos de infección.
Nuestros agricultores, que a partir de este mes no dejan de mirar al cielo, están listos para combinar diferentes estrategias de acción para realizar un buen manejo durante la campaña y tener una buena cosecha.
A final de mes, se realizará la labor que denominamos siega. Tras la siega, se realizará el trabajo de selección manual del fruto, que se llama aclareo. Se eliminarán del árbol las peras necesarias para que las que queden en él puedan tener el calibre buscado.