La fructosa, la glucosa o la sacarosa tienen en común que son dulces. Pero… no son iguales entre sí. Echa un vistazo a nuestros apuntes sobre el tema y descubre las diferencias.
La Humanidad lleva consumiendo azúcar desde hace más de 3.000 años. De hecho, se han encontrado manuscritos chinos del siglo VII a.C. que explican cómo la gente extraía el dulzor de las cañas de azúcar en la India y hay evidencias del uso de la remolacha como edulcorante ya en las guerras napoleónicas. Hoy en día, este ingrediente está en todos nuestros platos, lo que hace que debamos ser cautelosos con su consumo. No obstante, hay diferentes tipos de azúcares y no todos son iguales entre sí. De hecho, debemos conocer las diferencias entre ellos para que estén en nuestra dieta de la forma adecuada.
Fructosa
En primer lugar, vamos a centrarnos en la fructosa, por su vinculación con la fruta. Y es que, la fructosa es un azúcar natural muy presente en la fruta y en las verduras y que además el organismo absorbe de manera muy rápida. La fructosa, que también es conocida como levulosa o ‘azúcar de fruta’, se caracteriza se caracteriza por ser el azúcar con mayor poder edulcorante. Además, metaboliza principalmente en el hígado, con lo que no eleva de una forma considerable los niveles de glucosa en sangre y no requiere de insulina para que el cuerpo pueda utilizarla, con lo que es un tipo de azúcar que los diabéticos pueden tolerar mejor. No onstante, este aspecto positivo también tiene un contrapunto. Al no estimular la secreción ni de insulina ni grelina (hormona que ayuda a regular la sensación de apetito), la fructosa no provoca la misma sensación de saciedad que otros carbohidratos y puede dejarnos con hambre, tal y como detalla un artículo sobre este tema publicado por El Confidencial.
Glucosa
La glucosa, por su parte, es un tipo de azúcar que también se engloba dentro de los carbohidratos. Puede recibir la denominación de ‘dextrosa’ por su nombre en inglés y, según los expertos, es la fuente de energía ‘preferida’ del cuerpo. El sistema digestivo procesa la mayoría de los carbohidratos que se ingieren en forma de glucosa para poder ‘alimentar’ a las células.
Sacarosa
Y… con todo lo anterior, qué es exactamente el azúcar de mesa. Pues… es la sacarosa. Es la combinación de dos carbohidratos diferentes –una molécula de fructosa y una molécula de glucosa–. Se obtiene de la caña dulce, de la remolacha y de otros vegetales”, ya que se encuentra en todas las plantas. Aunque en España la mayoría del azúcar que consumimos proviene de la remolacha, porque se cultiva en nuestro país, el azúcar de remolacha solo supone el 30% de la producción mundial. El 70% de azúcar que se consume en el mundo proviene de la caña de azúcar.
Independiente del tipo de azúcar que se consuma, debemos conocer que médicos y nutricionistas tratan de concienciarnos de que consumir azúcar es necesario para nuestro organismo, pero que el problema está en que el azúcar está presente en alimentos en los que parece inimaginable y la consumimos sin darnos cuenta…